La pionona

Concepto

Este proyecto nace en el contexto de la Primera Bienal Anual del Pionono llevada a cabo en el espacio El Bucle en diciembre del año 2019 en la ciudad de Rosario. Este evento tuvo un espíritu de celebración y festejo, en donde artistas, escritores, gestores y amigos se juntaron para homenajear y producir esta comida tan popular en nuestro país y cultura. Participé en ese momento con una receta familiar que se prepara cada año en cuanto evento importante haya, especialmente los fin de año. Aquel fue mi primer pionono artístico, se tomó particular atención sobre la apariencia exterior, a diferencia de la tradición familiar que nunca atendía el “motivo” o “decoración” de los mismos. Semanas posteriores a esa primera intervención, siguieron produciéndose algunas piezas para amigos y festejos, en donde fue creciendo técnicamente. Decidí bautizar al proyecto como La Pionona. La Pionona es artesanal y paciente. No posee estudios profesionales en gastronomía pero sí gusta de la cita y el homenaje. Con ese fin, en cada pieza, La Pionona convoca a sus autores admirados, es enciclopédica. La cocción es lenta: se eligen cuidadosamente las imágenes y los alimentos que servirán para su ejecución. Hojas de repollo, trozos de ciruelas, rodajas de rabanitos reemplazan las pinturas de otrora. Es un producto de consumo al que se le destinan horas y horas de trabajo, por eso está ligado al concepto del anti producto. Un objeto comestible que dialoga con el arte y la belleza, al cual se le invierten infinidad de minutos para que desaparezca en unos pocos. ¿Arte efímero comestible? Es preferible pensar a La Pionona como un objeto relacional doméstico, afectivo y celebratorio. Dialoga con el arte pero también con ciertas zonas negadas por éste, como puede ser la “decoración” en la comida. Cierta cultura kitsch, en donde lo culinario y Doña Patrona se unen para celebrar y homenajear obras y artistas locales. La Pionona es heredera de Arcimboldo, de las reglas del buen comer de Leonardo y de las tortas-objeto de Nicola Costantino. En tiempos de encierro y cuarentena, cuando el cocinarse y experimentar con la comida entran en juego, este proyecto tomó una particular relevancia. La Pionona, como buena anfitriona, presta especial atención al momento del emplatado, la vajilla y la instalación, generando pequeñas escenas para que puedan ser registradas por medio de la fotografía y el video. Estos “objetos” están atravesados por los procesos y técnicas de mi producción anterior, primordialmente el dibujo, la fotografía y la instalación. Hay dos procesos simultáneos en mi trabajo: aquellos mediatizados por objetos maquínicos, rápidos y posibles de ser multiplicados como la foto, el video y la impresión, y aquellos de pieza única, tratamiento lento y directo. En un proyecto anterior trabajé sobre una serie de dibujos e instalaciones sobre motivos florales y bouquets, tan visitados en la historia del arte, en diálogo con el rescate de una serie de obras poco visitadas de la artista local Fabiana Imola. Muchos de los primeros piononos visitan el jarrón de flores como “motivo” o “tema”.

Sobre el Artista

Maxi Rossini nace en Leones, Córdoba. Argentina. 1978. Es Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario y Diseñador Gráfico por la Escuela Superior de Diseño Gráfico de Rosario. En el 2002 asiste al taller de fotografía de Andrea Ostera y realiza su primera muestra individual en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. Durante el año 2003 y 2004 participa de El Levante a cargo de Graciela Carnevale y Mauro Machado. En 2007 fue seleccionado para participar de Curriculum 0 en la Galería Ruth Benzacar. En el 2008 obtiene la beca de estimulo para jóvenes artistas visuales de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe y recibe en el mismo año la Mención Fundación Museo Castagnino en el LXII Salón Nacional de Rosario. En el 2010 participa del Seminario de Profesionalización de Artistas de la Hermana Favorita para realizar clínica con Julia Converti, Rafael Cippolini y Ernesto Ballesteros. En 2011 realiza clínica con Rafael Cippolini, por medio de una beca de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe y el Fondo Nacional de las Artes. Ese mismo año presenta su muestra individual “Esto se parece demasiado a una despedida” en la galería Gachi Prieto de Buenos Aires y participa en el Programa Argentina Pinta Bien - Arte de Santa Fe con muestras en la ciudades de Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. En 2012 recibe el tercer premio adquisición Premio Itaú de Artes Visuales y dicta junto a Florencia Caterina el taller "Casa en construcción". En el 2016 es seleccionado para ser parte de la Residencia Urra séptima edición en la ciudad de Buenos Aires en el mes de Octubre, también participa de la 12 Semana del Arte de Rosario con su intervención urbana “Algún día algo volverá a su dueño” en el barrio Saladillo con la colaboración de la Escuela Musto, ese mismo año este proyecto recibe un subsidio de la Municipalidad de Rosario para editarse en formato libro en el 2017. En el 2018 presenta Los Motivos en la Sala de la Alianza Francesa gracias al apoyo del Programa de exposiciones para artistas y curadores impulsado por la Municipalidad de Rosario. En el 2019 es seleccionado para ser parte del 73º Salón Nacional de Rosario Castagnino+Macro. En el 2020 es parte del libro Bitácora del porvenir II: palabras de una era con un ensayo fotográfico. Su obra forma parte del libro Dibujo Contemporáneo en la Argentina, curaduría e investigación: Eduardo Stupía y Cintia Mezza. Obras suyas forman parte de colecciones privadas del país y el exterior. Vive y trabaja en Rosario

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